lunes, 31 de diciembre de 2012

Acabando el año en Medellín

Bueno, pues que mejor manera de acabar este año 2012 que pescando. Ayer día 30, nos fuimos mi compi Marcos y un servidor, a pescar por primera vez a la charca de Medellín. Yo era la segunda vez que iba y la primera que pescaba, porque anteriormente sólo estuve de público en los regionales extremeños, y Marcos no la había visto aún.
Quedamos bien temprano, para estar en el bar de los permisos a primera hora, ya que había concurso este día y no quedarían muchas plataformas libres, ya que últimamente ha cogido una fama muy grande dicho escenario, a raíz de que se celebraran campeonatos, copas y open importantes a nivel nacional.
El día nos recibía con un frío que pelaba y una niebla muy espesa, que hizo que tras desayunar y sacar los necesarios permisos, diéramos más de una vuelta por los caminos hasta dar con la charca, que sin tanta niebla y un poco más de luz, hubiéramos visto a la primera.
Una vez en el sitio, aún de noche, nos dispusimos a coger puesto, de entre los que quedaban libres por el concurso, y nos colocamos en dos plataformas continuas, que según informaciones previas de lugareños de la zona, no eran pesquiles malos.




Tras montar los puestos, medir agua concienzudamente, preparar y repartirnos los cebos y engodos que llevábamos, nos dispusimos a empezar la jornada, ya con el día amanecido, pero aún con muchísima niebla , que hacía que no viéramos en su totalidad la charca.



Yo llevaba montado en los kits gomas huecas de 2.6 mm, líneas de 0,25 y bajos de 0,22 y Marcos llevaba elásticos huecos de 2,4 y líneas y bajos de los mismos diámetros que los míos. De anzuelos utilizamos un número 12 de hierro fuerte; es decir cosita fina jeje. El caso es que después se hace necesario presentar adecuadamente el aparejo, ya que comen muy sutilmente, y hay muchos problemas con roces de líneas, debido al gran número de peces de la charca. De flotadores montamos de 0,20 a 1 gramo, de hilo interior en forma alrgada, muy sensible, pero fuerte a la vez, y de antena hueca gordita, para que aguante bien el peso de los cebos anzuelados; de cebos llevábamos engodo de granulometría fuerte carpero, de fondo compacto, acompañado de trigo, maíz, cañamón y a parte gusanos y lombriz. En el anzuelo íbamos turnando lombriz con maíz o conjuntos de ellos o riste de gusanos.
Empezamos a tentar esas carpas:





Después de fallar varias picadas, y de hacer cambios en líneas, cebos, acortar banderas y de cambiar la forma de pescar, Marcos pudo sacar la primera carpa del día, una preciosa royal de las que habitan este coto sin muerte:




Tras las fotos de rigor, su pesaje y su pronta devolución al agua, como es obligatorio en este coto, seguimos con la jornada. Lo que mejor resultado daba era una bandera cortita, caña en mano, con flotador muy ligero y plomeado abierto en los últimos plomos, para tentar con ligeras subidas y bajadas del cebo a ras de suelo.
Al poco tiempo, tras fallar alguna picada, me toca a mí pinchar otra de estas melonas, que después de un rato luchando con ella al fin pudimos ver.


Ilusionados y muy contentos, seguimos pescando, viendo como una y otra vez, las carpas de este fantástico lugar, hacían trabajar al máximo a los elásticos de nuestras cañas y a los brazos de los cañistas jajaj. perdimos varias piezas, que seguramente iban mal pinchadas, ya que la actividad en los puestos era espectacular, pero seguíamos sacando carpotas. Aquí os pongo otras instantáneas de nuevas capturas y sueltas de la jornada:







Ya cuando quedaba poco tiempo, para dar por finalizado el día, Marcos sacó su última carpa, y me ganaba por cinco kg, pero quedaban aún unos minutos, que pude aprovechar pinchando una buena melona, con la que estuve peleando más de veinte minutos, y que se paseaba por los puestos colindantes ya vacíos como si fueran suyos, hasta que pude al fin cansarla y poco a poco ir trayendo hasta la sacadera. Una vez fuera, pudimos contrastar lo que pensábamos, que era la más grande de la jornada; dio un peso de 5.200 kg, que tras su pesaje y las fotos, fue devuelta al agua como todas las capturas del día.



En fin, un gran día de pesca, inolvidable, como se puede suponer por las caras de alegrías de las fotos jeje, en esta fantástica charca extremeña, que es un buen ejemplo del trabajo bien hecho, bien cuidada, limpia, bien gestionada y vigilada.
Para finalizar os cuelgo unas fotos donde se puede ver la charca ya sin niebla y el castillo de Medellín al fondo de la misma.



VOLVEREMOS SEGURO POR ESTA CHARCA!!!!!

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