El día 8 de diciembre aprovechando el día libre en el trabajo, fui a pescar al embalse de Zaos, en Oliva de la Frontera. Era mi primera visita a este precioso pantano, y seguro que no será la última.
Fue una jornada de tarde, de 2 a 6, en la que me divertí bastante, luchando con carpas y barbos muy fuertes, junto con bordallos, bogas y peces gato.
Al final pesé casi 12 kg que para ser la primera vez que pesco este embalse y en la época del año que estamos, no está nada mal.
Como anécdota, tuve la visita de una nutria que se enganchó a un barbo que tenía pinchado y lo paseó durante un rato por el puesto, hasta que me rompió todo, y yo flipando en colores, lástima de no haberlo podido grabar.
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